lunes, 20 de diciembre de 2010

IL LABORO

Un Hombre me comentaba, que hace un par de días el Parlamento europeo había votado una norma por la cual -según este señor- los empresarios podrían contratar a inmigrantes en las mismas condiciones que en sus países de origen. La propuesta fue rechazada por 50 votos.

Ahora bien, el hombre sostenía que aquello no podía ser porque en sus países de origen los inmigrantes apenas cobraban 10 euros -o tal vez menos- por día. Trate de explicarle que el deseo inmediato de los empresarios es que, de tener obreros inmigrantes, estos trabajen en las condiciones de sus países de origen, es decir muchisimas más horas de labor. En principio no es una cuestión salarial, dado que cobrarían lo mismo que un obrero local, pero, aquí esta la cuestión pues, haría por igual dinero más trabajo. Una vez logrado esto, es decir cuando todos tengan que trabajar a destajo como en el resto del mundo, entonces sí pondrán los salarios al nivel de aquellos países. Todo ello con el objetivo de ser competitivos en el mercado internacional. Pero claro, este hombre no me ha entendido y continua preocupado preguntándose cómo habrían hecho los inmigrantes para vivir en España con 10 euros al día. Yo le hubiese dicho que en la próxima votación la aprueban por mayoría, pero no lo quiero preocupar al hombre.