Cincuenta años

Cincuenta años y la lucha continua. Esa isla no ha tenido un instante se sosiego. Su gigantesco vecino ha estado de manera constante atacándola y no dándole respiro...y aun así, cincuenta años después, la lucha continua.

Por favor, dos cafés...

Siempre te recuerdo con afecto. Siempre entrando minutos antes de las 12 de la noche, para laburar durante esas horas vacías de Buenos Aires, hasta las 8 de la mañana. Siempre con tu chaqueta blanca y el trapo sobre el brazo. Serio, pero con sonrisa bonachona. Esa sonrisa que afloraba cundo Hugo, desde la mesa junto al ventanal, decía: "Manolo, dos cafés, si salen bien, no importa".

Más temprano que tarde...

Más temprano que tarde han de ocurrir hechos violentos. Todos los cambios que se han producido a lo largo de los últimos diez mil años de historia, en cuanto a las relaciones sociales, han sido precedidos por hechos de violencia. Por más que los medios de información traten de negar y esconder la verdad, por más que desvirtuen la realidad, más temprano que tarde llegaran los cambios.

La primera vez

La primera vez que pase por el lugar que muestra la foto no había nada. La segunda vez tampoco. Hace poco más de cuatro años pase por tercera vez -habrá sido la última?- y todo estaba tan vacío y tan hermoso como siempre.

Las vías del tranvía

Hace unas semanas anduve por una ciudad en la que hay tranvías.

La ciudad, Lisboa, me encantó. Claro que uno esta cuatro o cinco días en un lugar y no puede saber con exactitud si se trata de un buen lugar, quiero decir, tal vez vivir todos los días allí puede ser agobiante pero como también he pasado por ciudades en las que luego de un par de días me queria ir y no volver más, creo que no esta de más decir, con respecto a Lisboa, que me gustó su gente, sus cafes, sus calles, sus plazas y...cómo no decirlo, sus tranvías.