domingo, 19 de diciembre de 2010

HIJOS DE INMIGRANTES


Cuando el Dr. Carlos Saúl Menem gobernó la República Argentina aplicó una política diseñada por el FMI y el Banco Mundial basada en la privatización de la economía y los recursos naturales en beneficio del capital y en detrimento de la sociedad que bombardeada por los medios de desinformación fue incapaz de defender lo que había logrado tras años de luchas y que ni siquiera los militares de la última genocida dictadura habían logrado destruir. La xenofobia no queda fuera del discurso neoconservador del menemismo y en reiteradas oportunidades se criminalizó a sectores de la población por el sólo hecho de ser extranjeros.
En la República Francesa, desde la llegada al poder del Nicolás Sarkozy, se viene aplicando el recetario neoconservador en cuestiones económicas y para confundir al ciudadano común, nada mejor que la reactivación del discurso xenófobo culpando al extranjero por la inseguridad o por la falta de empleos y pasando de las palabras a los hechos como han sido las expulsiones masivas de Romanies.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires esta gobernada por Mauricio Macri, líder del PRO, antiestatista y posible futuro presidente de la República. Hace unos días pronunció un discurso que quienes lo escucharon tildan de xenófobo. Ha habido disturbios entre fracciones políticas por la toma de tierras y la oposición culpa a Macri de ser el detonante de estos luctuosos sucesos que han dejado cuatro muertos.
Estos tres hombres tienen mucho en común y solo por citar algunas diré que: son mentirosos, antiestatistas, defienden los intereses privados en detrimento de la sociedad, poseen un discurso xenófobo y los tres son hijos de inmigrantes.