Al parecer era un hombre tranquilo y según las autoridades policiales jamás había tenido denuncias ni procesos penales; estaba "limpio". De oficio albañil, trabajaba en una empresa de construcciones; ésta le adeudaría varios meses de sueldo. También se dice que habría sido echado de la empresa la noche anterior.
Al parecer el hombre que era tranquilo estaba economicamente ahogado. Por la mañana, según testigos, habría llegado, armado con una escopeta, al Bar en el que desayunaban los dos propietarios de la empresa de construcciones en la que trabajaba y que le debían varios meses de sueldo y sin mediar palabras disparo, según testigos, en varias oportunidades terminando con la vida de los empresarios. Inmediatamente se transladó en un vehículo que sería de su propiedad, hasta una sucursal bancaria y dejando el vehículo en medio de la calle, habría accedido a la sucursal y una vez dentro habría disparado a los empleados, matando a dos de ellos e hiriendo a otro.
Al llegar la policía al lugar en que se encontraba el vehículo mal aparcado y en el momento en que procederían a levantar una infracción por mal estacionamiento, se les aproximó el hombre y con total tranquilidad les entregó el arma y les dijo lo que había hecho.
El Ayuntamiento convocó de inmediato un pleno extraordinario para condenar los crímenes...solo para condenar, no para reflexionar sobre el por qué uno de los vecinos, que habría sido un hombre tanquilo, dejase de serlo.