viernes, 27 de enero de 2012

TRABAJO VOLUNTARIO II

El trabajo voluntario en España no es algo nuevo.

by Hector Recalde Madariaga


Durante su comparecencia en el Congreso, el ministro de Defensa de España ha replicado al portavoz de ERC en la Comisión, quien habría expuesto sobre la relación entre el ministro y la industria de armamentos.
Transcribo la declaración del ministro: "Este ministro que le habla fue consejero de la empresa Instalaza del año 2005 al año 2007, como consta en el Registro Mercantil, abandonando la empresa en el año 2007. Empresa en la que estuve, por cierto, dos años a petición de su presidente sin ningún tipo de remuneración, simplemente para tratar de ayudar a una empresa que estaba a punto de quebrar".
Ahora bien, según el periódico español Público, el ministro ha estado vinculado al fabricante de bombas de racimo hasta septiembre de 2011. Tal y como reconoció, fue nombrado consejero en agosto de 2005 y cesó en mayo de 2007. Pero contrariamente a lo manifestado, su nombre continúa apareciendo relacionado con Instalaza más allá de 2007, no ya como consejero sino como representante de una sociedad: Boguillas SL. Según el Registro Mercantil, cuando el sr. Morenés (ministro de Defensa) cesó como consejero, en mayo de 2007, su lugar lo ocupó Boguillas SL. Esta empresa tiene como socio único y administrador único al propio sr. Mrenés (actual ministro de Defensa de España).
Más allá de las andanzas del sr. ministro, lo que me interesa rescatar de todo esto es la buena voluntad de éste hombre, al ponerse gratuitamente al servicio de una empresa que, según su declaración, estaba a punto de quebrar. Y si éste hombre ha trabajado de manera voluntaria y sin cobrar absolutamente nada por su labor, no estamos en otra cosa que lo que está pidiendo la compañera alcaldesa de Madrid: el trabajo voluntario para salir de ésta crisis que atenaza a la sociedad española. Y si el sr. ministro trabajó gratis para una empresa privada, es lógico que haga lo mismo por España, y el resto de sus compañeros ministros y altos cargos de gobierno han de imitarlo y así acallar de una vez y para siempre a esa horda de constantes conspiradores de diversos colores y pelajes que no hacen otra cosa que quejarse por el sólo placer de molestar.