Para el primer ministro David Cameron, lo primordial es el respeto por la decisión de los isleños de continuar siendo británicos.
by Marcos Pauluchi
El Reino Unido esta viviendo uno de sus peores momentos. A los problemas económicos y políticos han de sumarse los problemas sociales. El déficit presupuestario supera ya el 12% de PBI; Miles de ciudadanos protestan por las políticas de recorte presupuestario, mediante una acampada "Occupy London", que ha puesto en jaque a las autoridades; las huelgas en los diferentes sectores de la actividad económica continúan perturbando la vida en el Reino Unido; los problemas con las socios del gobierno tras el desplante de Cameron en la última reunión de la UE del pasado año sin aviso a su vice, continua siendo una grave falta que ha de pasar factura en los próximos meses; el referéndum por la independencia de Escocia no es un problema menor dado que es desde aquel territorio desde el que se obtiene gas para el resto del país; si a todo lo antes dicho le sumamos que 3.000.000 de personas están sin trabajo y la perspectiva a futuro es que continuarán estando en la misma situación, no es exagerado decir que el panorama es alarmante y que el accionar del primer ministro deja mucho que desear. Por lo pronto, lo único que parece preocupar al ocupante del 10 de Downing Street son los tres mil ciudadanos británicos que viven en las Islas Falklands, que según el ministro Cameron estarían en peligro por culpa del "colonialísmo argentino"¿?.
