miércoles, 7 de diciembre de 2011

SEX-APPEAL

Qué motivos pueden tener los cineastas europeos para no tener en cuenta a esta pareja.

by Michele Torrentino*







Pasan las semanas y aun no se los tiene en cuenta. Mucho se habla del cine Latinoamericano, como otrora nos encandilabamos con el realismo mágico de la literatura de aquellas míticas y lejanas tierras, pero un guión para esta pareja continua sin aparecer. El cine iraní capta adeptos, el cine Rumano recibe galardones, el cine turco y el finlandés también despierta cada día mayor interés, pero la entente franco-alemana se ve privada de un buen guión que los tenga en cuenta para así pasar al frente en el negocio cinematográfico. Angelina y Brad no les llegan ni a la suela de los zapatos no obstante siempre se los tiene en cuenta para pelis taquilleras. Por qué no a Nicolás y Ángela. Qué tal una nueva versión de "Lo que el viento se llevó" o "Casablanca", acaso él no tiene un aire a nuestro siempre admirado Hamphry y ella no es un calco de la Ingrid; "...siempre nos quedará París" parece decir Nicolás y ella...con esa mirada y esa sonrisita tal vez este pensando: " a ti no lo se, cariño, pero a los banqueros alemanes seguramente que sí". Sin lugar a dudas, estos dos son capaces de hacernos reír con Edipo Rey o emocionarnos hasta el llanto con "Aterriza como puedas" y por puro egoísmo -no se me ocurre otra cosa- se nos priva del placer de verles en la pantalla grande. Habrá que esperar y no perder las esperanzas. Más temprano que tarde, estos dos "animales" de la actuación, pisaran la roja alfombra de la Mostra o de Cannes para recoger todos los premios inmensamente merecidos.




*Michele Torrentino nació en Palermo, Sicilia, una fría mañana de invierno del año 1921. A los pocos meses su padre, Vito Torrentino se vio obligado a huir a los EEUU y fue por aquel triste suceso que el niño Michele y sus 13 hermanos: Vitorio, Severino, Marcello, Flavia, Loreta, Angelica, Salvatore, Flavio, Antonella, Biagio, Bianca, Stella y Martina pasaron su infancia en la cosmopolita New York. Tal vez por transitar las calles de la "gran manzana" tratando de conseguir algunas monedas con que comprar alimentos, el picolo Michele descubriera Brodway y naciera ahí su deseo de ser crítico de cine, de teatro, de literatura, de lo que sea con tal de criticar, porque tal era su pasión por la crítica, y a esa tarea se dedicaría con tesón durante toda su vida, previo a cumplir con el Pentágono, puesto que el joven Michele Torrentino fue uno de los miles de italoestadounidenses que se vieron obligados a luchar en la guerra que entró EEUU en defensa de los valores de Occidente y los de la Standard Oil y los de la Banca Morgan, el City Bank, Coca-Cola, United Fruit, etc, etc. Fue así, como al pertenecer al ejercito del general Clark, desembarcó en su país natal y pudo conocer la península itálica por vez primera. En un primer momento quedo encantado, pero a medida que avanzaba, al llegar a Monte Casino quedo estancado. Ya no pudieron avanzar porque los alemanes se lo impedían. Lo hirieron en una mano, luego en el antebrazo y media hora después en el hombro, fue ahí cuando reconoció que estaba en apuros, rodeado de alemanes y herido. Se pensó que había muerto, pero meses después vuelve a tenerse noticias suyas, esta vez desde París ya liberada. Cuando parecía que todo había terminado, es destinado a la guerra del Pacífico donde contrae malaria, dengue y demás enfermedades típicas de la zona. Es varias veces herido en combate. Con heridas recién cicatrizadas el Pentágono ordena ir a Corea y Michele va. Su tenacidad no tiene límites. Sus compañeros lo admiran y el Pentágono luego de ordenar alto el fuego y acampar en el paralelo 42, da por concluida su misión en Corea y le regala al soldado Michele Torrentino la posibilidad de conocer más mundo. Ahí esta Vietnam muchacho, parece decir el Tío Sam y una vez más, aquel valiente italoestadounidense deberá adentrarse, esta vez, en una putrefacta jungla en la que volverá a pescar las peores pestes y verá como mueren a su lado otro miles de estadounidenses, como lo fueron Billy Fernandez, Jonny García, John Aguirre, Vichenzo Taniatti, cuatro de su patrulla aniquilados por los malditos vietcong. Para Michele fue el fin, tras días de permanecer malherido en la selva, pudo ser rescatado con un helicóptero. Durante el traslado, el helicóptero es derribado por un cohete Sam II arrojado por un niño Vietcong que se dirigía a la escuela. Mueren todos los tripulantes pero Michele se salva y es llevado a un hospital de campaña para curar sus heridas. Luego de pasar un año en el hospital pudo regresar a Saigón con un permiso de fin de semana. No pudo disfrutarlo, justo ese día, 30 de abril de 1975, el Pentágono ordenó la evacuación de todo su personal y el soldado Michele se vio envuelto en el operativo: Regreso al hogar", según fuentes del Departamento de Defensa de los EEUU, o "Yankees go home", según lo que se oía gritar a los vietcong que se encontraban a las puertas de la Embajada de los EEUU. Fue precisamente allí, el la embajada de los EEUU, la última orden que cumplió el soldado Michele y que consistía en cubrir al resto de los compañeros que huían en el último de los helicópteros. Cómo logró escapar de aquel infierno el valiente Michele, es su secreto mejor guardado, pero logró regresar a New York, su hogar y dedicarse a su pasión: el cine, bélico. Sus compañeros de trabajo, al enterarse del extenso curriculum pun pun pun, de Michele le apodaron: "el superviviente" y hoy es para nosotros un placer contar con su exquisita sabiduría cinematográfica volcada cada fin de semana en estas páginas de nuestra revista: "Apocalipsis cinematográfico".