El frío invierno boreal no ha impedido que miles de personas se reunieran, la noche del viernes, en la céntrica plaza de la Puerta del Sol para protestar por lo que creen un nuevo atropello a los derechos de los trabajadores. Una reforma laboral que favorece el despido inmediato de miles de trabajadores y que en el escenario actual de recesión que vive la economía española, no generará el tan ansiado descenso de la tasa de desempleo, la más elevada de los países periféricos de la UE.
Llama poderosamente la atención la ausencia de los sindicatos "mayoritarios", que con actitudes como la presente no hacen más que alejarse de los trabajadores, al punto de poder preguntarnos hasta cuándo podremos continuar llamándolos "mayoritarios".