by Juan Perez
Ya he dicho que con la mentira eludimos la realidad. García Marquez, ese maravilloso narrador de historias extraordinarias que sucedían en un mágico Macondo, recibió el premio Nobel allá por los 80 con un discurso excelente. Entre otras cosas hacía mención a un dictador que para negar la epidemia de escarlatina que asolaba su país ordenó colocar papel rojo en el alumbrado público. Hoy escucho decir que el aire que se respira en la capital española es el de mejor calidad de los últimos seis años y me viene a la memoria el cuento del dictador...