by María García
"Cuidado con los niños, que viene el Papa" y "Cuidado con la cartera, que viene el Papa" son dos frases que se oyen con insistencia, por estos días, en las calles de la capital española. El Papa Benedicto XII llegará esta semana a Madrid en donde se desarrolla la Jornada mundial de la juventud -católica- y que ha desatado las criticas de amplios sectores de la sociedad española que ven un derroche de dinero injustificado. Los defensores del laicismo se preguntan por qué los peregrinos se verán beneficiados con descuentos en el transporte público, mientras los trabajadores españoles no reciben ese beneficio; Otras quejas son las de los trabajadores que prestan servicio en escuelas que serán abiertas para acoger a los cientos de peregrinos que acudirán a la capital española para ver al Papa; Otras hacen referencia al desproposito de recibir al Papa como un jefe de Estado, y hay muchas quejas más, pero lo más preocupante es ver el grado de división -¿y atraso?- que sufre la sociedad española, en este XXI, por causa que se creía ya superada, la religión.