lunes, 18 de abril de 2011

LA VIEJA EUROPA

by Otto Plogüerweden.-


Continúa la confusión en la situación política europea que al día de hoy no logra hacer pie y sigue siendo arrastrada por la ola de un maremoto financiero producto del sismo con epicentro en la primera economía capitalista del mundo –a poco de ser superada por China- durante la década pasada y que aun hoy sufre constantes réplicas. Tan grande es el desorden en la Comunidad de los 27 que cada día son más los que se preguntan qué sentido tiene permanecer en ella, amén de inventar problemas fantasmas como el de la inmigración y perder el tiempo en debates que sin llevar a ninguna parte, no hacen más que eludir el problema principal: la incapacidad de encontrar una salida a la crisis. Varias son las causas, es importante reconocerlo, que se suman al problema financiero pero creo una de las principales es la falta de seriedad de su clase dirigente, personajes farandurelos como Berlusconi y Sarkozy no hacen más que empeorar el panorama y tan mísera es su actuación que terminan favoreciendo a otros nefastos personajes que se creían casos del oscuro y triste pasado europeo en vías de extinción. Un ejemplo es la señora Marine Le Pen, del Frente Nacional que ha sido la única en hacer una declaración coherente con respecto a la (supuesta) ola de inmigración que por estos días vive el continente; estando en Lampedusa, la señora Le Pen le dijo a dos representantes de los inmigrantes ahí detenidos: “Tengo mucha compasión por vosotros, pero Europa ya no dispone de las capacidades para acogerlos, ya no tenemos capacidad financiera”. Estas palabras no hacen más que confirmar lo que muchos venimos sosteniendo pero además sirven de ejemplo cuando decimos que la supuesta clase política, democrática, culta y educada en el orden republicano no es más que un grupo de ineptos e incapaces que con su disparatado accionar no hacen más que daño al conjunto de la población europea.