miércoles, 13 de junio de 2012

GENTE HONRADA

by María García


España se hunde cada vez más a causa de la inmoralidad, la corrupción y la hipocresía de su clase política, dirigente y empresaria. Inmoralidad de quien ejerce la vicepresidencia, que a poco de estar en el cargo obtuvo un buen puesto de trabajo para su esposo, en una importante empresa. Corrupción por parte de numerosos personajes de la política y de la casa Real, como son los casos Gurtel y el caso Urdangarin, que desde el punto de vista legal, lo único que han dejado, es a un juez procesado y sancionado con una pena de varios años para ejercer el cargo. Hipocresía, de quienes dicen estar ideológicamente en puntos opuestos pero que rápidamente se ponen de acuerdo para -por ejemplo- cambiar la constitución y así beneficiar intereses financieros; o la hipocresía de los empresarios que acusan a los trabajadores de holgazanes. Esta es la terrible realidad española, ensobrecida por quienes teniendo la obligación de gobernar para los honrados ciudadanos, no hacen otra cosa que traicionarlos para defender intereses económicos foráneos. Pero ante este tremendo cuadro de situación, los ciudadanos españoles dan muestra de una moral y una honradez que ellos sí poseen; Una mujer que viste de negro, con canas y arrugas es María Martín, en el año 1936 cuando era una niña, detuvieron a su madre y la asesinaron, escondiendo su cuerpo como hicieron con miles de personas, tras el golpe militar que acabo con la República y la Democracia. Por qué, María Martín es un ejemplo de moral y honradez? Porque cuando hace unos meses tuvo que viajar desde su hogar hasta Madrid, a solicitud del Tribunal Supremo para declarar como testigo de la defensa del ex Juez Baltasar Garzón en el juicio por la investigación de crímenes del franquismo, pagó con su dinero el viaje, pero al reclamar su devolución por parte de la justicia, ésta se lo niega. María Martín, de 81 años, acudió al juicio y contó lo que viene relatando desde hace décadas, que a su madre la asesinaron por el camino y ella sabe donde esta el cuerpo, pero sus gestiones para recuperarlo y darle sepultura junto al de su padre, hasta el momento, han fracasado. Esta sublime y honrada mujer, rechazó el dinero -300 euros- que el señor Garzón le hiciera llegar mediante su abogado, para afrontar el costo del traslado el día del juicio. Dando una lección de ética, esta maravillosa mujer, no solo rechaza el dinero de Garzón -porque es la justicia quien debe hacerse cargo de los gastos- sino que además declara que iría tantas veces como fuese necesario y termina diciendo en la carta que le envía al abogado de Garzón: "...Y que hágame el favor de hacerle llegar a D. Baltasar que mi casa está a su disposición y así como a usted mismo, de quienes estoy muy agradecida. Reciba un cordial saludo de esta anciana que no pierde el anhelo de juntar a mi madre con mi padre".